El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social garantiza a las personas pertenecientes a los pueblos indígenas la información y el acceso a los programas de empleo y formación profesional previstos en las políticas públicas. Esta responsabilidad forma parte de un compromiso asumido por el Estado argentino a partir de la ratificación del Convenio Nº169 de la OIT, a través de la Ley 24.071 promulgada en el año 2000, el cual es compartido con otros 21 países, la mayoría de América Latina.

Dicho convenio constituye una herramienta jurídica fundamental en la promoción de los derechos de los pueblos indígenas, ya que procura generar las garantías necesarias para el ejercicio pleno de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las condiciones laborales, de empleo y la igualdad de oportunidades y trato en el ámbito laboral constituyen pilares fundamentales de este Convenio.

Nuestro país cuenta con un marco jurídico que reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas, expresado en la reforma constitucional de 1994. Normas jurídicas nacionales y provinciales avalan esta posición. Sin embargo, en materia de políticas públicas, aún queda mucho por hacer para ofrecer oportunidades de trabajo decente y promover mayores niveles de equidad a estos pueblos.

La heterogeneidad de las condiciones de vida, algunas veces en zonas rurales de escasa accesibilidad y otras veces en grandes ciudades, contribuyen a la vulnerabilidad de las personas indígenas y afectan especialmente a las mujeres y los niños. Las conductas discriminatorias que inciden en las condiciones laborales y en el acceso a empleos de calidad, tornan a las personas indígenas más propensas a ser víctimas de trabajo forzoso o trabajo infantil.

Promover el trabajo decente en las comunidades indígenas implica valorizar las culturas y saberes de estos pueblos, comprender que sus capacidades y sus sistemas de producción originarios deben ser reconocidos, protegidos, promovidos y apoyados. De este modo se convierten en recursos efectivos para su propio desarrollo y el de las economías regionales.

El Ministerio de Trabajo promueve medidas de acción positiva para evitar la discriminación laboral, así como también la adaptación de los programas de empleo y formación a las necesidades culturales y sociales de los pueblos. Todos los proyectos y acciones surgen de procesos de información y consulta a través de los cuales cada comunidad decide y participa en su planificación.

A los efectos de promover sinergias de recursos humanos y financieros y garantizar proyectos de alto impacto, el Ministerio articula sus acciones con organismos del Estado nacional, tales como el INTA, la Administración de Parques Nacionales, el INTI, la Secretaría de Agricultura Familiar y organizaciones de la sociedad civil, entre otros. Esto ha permitido organizar capacitaciones en ambientes de trabajo y entrenamientos laborales destinados tanto al aprendizaje de oficios como al fortalecimiento del hábitat. A modo de ejemplo se pueden mencionar aquellos destinados a la reforestación del bosque nativo, realización de viveros, huertas agroecológicas, multiplicación de plantas aromáticas, de especies tintóreas, manejo de ganado menor, recolección de agua a través de cisterna de placas.
El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social tiene un área específica que se ocupa de instrumentar las acciones para que todos sus programas se adecuen a las necesidades y demandas de los pueblos indígenas en materia de ocupación y empleo.