Las instalaciones y prácticas con materiales nucleares y radiactivos tienen diversos propósitos que van desde la generación de energía eléctrica, la fabricación de elementos combustibles para reactores nucleares, la producción de radiofármacos y de fuentes selladas, la esterilización de material médico y la aplicación de las radiaciones ionizantes en industria, medicina, agro e investigación y docencia.

Estas instalaciones y prácticas resultan muy diferentes entre sí en cuanto a su magnitud y su complejidad, y tienen una distribución geográfica que abarca a todo el país.

Dada una instalación, el proceso de licenciamiento evalúa dicha instalación analizando su diseño, la organización que la construye y/o la que la opera y/o el impacto mutuo entre la instalación y el sitio y su entorno. En el marco regulatorio argentino actualmente vigente, todo nuevo proceso de licenciamiento requiere una definición temprana de la entidad/ persona física que asumirá el rol de Entidad Responsable, a los efectos de permitir evaluar, desde su inicio, todos los aspectos del diseño que tengan impacto sobre la seguridad de las personas y del ambiente. En este proceso de licenciamiento, la ARN verifica que se cumplan con los requisitos establecidos en las normas regulatorias y establece condiciones concretas que la Entidad Responsable debe cumplir para la obtención de cada licencia.

Las evaluaciones de licenciamiento se realizan siguiendo procedimientos específicos que consideran diferentes aspectos como el tipo de instalación (aplicaciones industriales, médicas, mineras, productivas, reactores, entre otras) y, dependiendo del riesgo asociado, cubre distintas etapas de la instalación (diseño, construcción, puesta en marcha, operación o retiro de servicio).

Desde el punto de vista del proceso de licenciamiento, las instalaciones o prácticas se clasifican en Clase I, II o III, siguiendo un enfoque graduado, en función del riesgo radiológico asociado a las fuentes de radiación en la instalación o práctica, el impacto radiológico ambiental o las consecuencias radiológicas de las exposiciones potenciales o las dosis ocupacionales involucradas y, de corresponder, la complejidad tecnológica.

CLASE I

Requieren un proceso de licenciamiento de más de una etapa: Licencia de Construcción, Licencia de Operación y Licencia de Retiro de Servicio. En el caso de centrales nucleares, requieren también la Licencia de Puesta en Marcha. El personal de estas instalaciones debe poseer las correspondientes Licencias Individuales y Autorizaciones Específicas para desempeñarse en funciones que puedan impactar en la seguridad de la instalación.

Comprenden a reactores nucleares de potencia y de investigación, conjuntos críticos, instalaciones nucleares con potencial de criticidad , plantas de irradiación, plantas de producción de fuentes radiactivas, gestionadora de residuos radiactivos, instalaciones con celdas calientes que operan con productos de fisión, productos de activación o ambos, e instalaciones para almacenamiento transitorio de elementos combustibles irradiados u otras fuentes radiactivas. También, aceleradores de partículas de alta energía, instalaciones de gestión de residuos radiactivos, e instalaciones minero-fabriles, y clasificadas como Clase I por la ARN.

CLASE II

Requieren Licencia de Operación. Adicionalmente el personal responsable debe contar con un Permiso Individual específico para una determinada práctica.

Comprenden instalaciones de plantas de conversión y de fabricación de uranio natural y gammagrafía industrial, instalaciones nucleares sin potencial de criticidad, gammagrafía industrial, instalaciones que operan medidores industriales, instalaciones que usan fuentes de radiación en la industria del petróleo y en el perfilaje de pozos, importación o exportación, venta o transferencia, y depósito de fuentes de radiación. También, aplicaciones médicas como la radioterapia, braquiterapia y medicina nuclear, instalaciones de radiofarmacia para fraccionamiento, venta o transferencia de fuentes de radiación, instalaciones que usan fuentes de radiación para calibración o verificación, control, mantenimiento y reparación de equipos industriales con fuentes de radiación, y trasvase de fuentes de radiación, mantenimiento y reparación de equipos. Y otras instalaciones como aceleradores de partículas, instalaciones de gestión de residuos radiactivos, instalaciones minero-fabriles, instalaciones de investigación y desarrollo en áreas físico-químicas y biomédicas, con menores riesgos radiológicos, y clasificadas como Clase II por la ARN.

CLASE III

Requieren Registro.

Comprenden algunas instalaciones para medicina nuclear, instalaciones con medidores industriales, el uso de fuentes radiactivas selladas y no selladas de muy baja actividad en investigación, en docencia o en otras aplicaciones; la importación, exportación y transferencia de materiales radiactivos en dispositivos cuyo uso estará exceptuado del control regulatorio, con excepción de las salvaguardias en los casos de aplicación. También, instalaciones de investigación y desarrollo en áreas físico-químicas y biomédicas, clasificadas como Clase III por la ARN.